miércoles, 1 de mayo de 2013

http://beautiful-stranger7.blogspot.com.es/2012/12/la-danada-imagen-de-un-pais-desconsolado.html

Artículo sobre la visión que tenemos de los americanos cuando sucede una masacre.

Me parece un tema de mucho interés este artículo, ya que aparte de que esté deacuerdo o no (que lo estoy), nos plantea una cuestión que surge en nuestras mentes cuando oímos que en otro país, en este caso Estados Unidos, sucede una masacre. Cuestión que la autora defiende con maestría y con la grandiosa valentía que implica el hacer frente a un tema que pocas veces ha estado en la "parrilla" en este país, debido a la fuerte oposición que genera.

Siempre tendemos a pensar, como dice la autora, que los norteamericanos están "locos", o "pasados de rosca", o que "tanto devorar hamburguesas les hace así". Pero lo que no pensamos y desconocemos es cómo son en realidad. Es fácil juzgar un asunto desde fuera. Servirse de los medios de comunicación para adoptar una postura sin más información que la que vemos a simple golpe de vista es simplemente así, fácil. Pero no nos paramos a pensar que en realidad el mensaje que se nos está transmitiendo no muestra más que una sóla cara de ese prisma tan complejo que es una sociedad entera. Esa que estamos juzgando sin piedad y que tras el impacto de la información parafraseamos en nuestras mentes, como si de una burda caricatura se tratase.

Las personas somos mucho más que un mero oyente. Escuchamos, analizamos, reflexionamos y concluímos. No nos volvemos locos por una voz, por un mensaje que recibimos del exterior mientras vemos la tele o leemos las noticias en internet. Somos seres reflexivos que podemos elegir, con una conciencia detrás. La misma conciencia que a veces nos impulsa a cometer atrocidades como las de los villanos que nos muestran tras la pared. Y además tenemos un entorno del que somos producto.
Imaginen que ese entorno, como es el que estamos tratando en este artículo, acepta las armas. Poco podemos hacer para evitar que al "loco de turno" se le vaya de las manos y dispare. En qué barrio, pueblo o vecindario, no hay un loco célebre? Dale armas a esa persona, y estás perdido. La cuestión (la suerte) es que en este país, las armas no están legalizadas. Porque si lo estuviesen, otro gallo cantaría. Todos los Miguel Carcaño y los José Bretón de España tendrían alas para cometer no un crimen sino cien. Pero si las armas se evitan como hacemos aquí, qué medios estamos poniendo para que no se cometan esos crímenes? Qué hacemos cuando surge la voz de alarma por parte de familiares y vecinos desesperados ante una persona que parece no estar en su sano juicio? Ante ese hombre o mujer que sabemos en nuestro fuero interno que cualquier día puede volverse peligroso? Nos reímos de él, miramos hacia oto lado y les deseamos buena suerte a sus seres más cercanos. Y la policía, tres cuartos de lo mismo.

Por eso lectores, intentemos no juzgar a las personas tanto por sus actos como por los límites que se les ofrecen o el medio en el que viven. Un medio que les permite sacar a la luz todas las viscisitudes de su mente en mayor o menor medida según lo que dicten las leyes. Un medio que no hace nada ante una mente enferma hasta que ya ha dado rienda suelta a sus locuras, cercenando la vida de otras personas, en un momento cumbre de su ya previsible enajenación. Ya sea a modo de armas, de poder político o de nuevas formas de química nuclear. Porque somos lo que pensamos, sí, pero también lo que se nos permite ser. Y no todo es malo o bueno, ni blanco o negro, ni mucho menos todo es como se nos muestra a los oyentes, simplemente porque sin ese necesario comunicador, no somos nada. Y por no hacer, somos ya tan culpables como los que sí que hacen. Limpiemos nuestra casa y nuestro entorno primero, y sólo entonces seremos merecedores de juzgar todo aquello que llega a nuestros cómodos oídos de mando y ratón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario