lunes, 6 de mayo de 2013

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Artículo sobre el Huffington Post y entrevista a Arianna Huffington en "El País" - "Comunicar es el nuevo entretenimiento de la gente".

El Huffington post es un periódico online y blog agregador de noticias que presenta tanto noticias como columnistas. Fundado por Arianna Huffington, supone un nuevo concepto del periodismo actual, ya que, según sus palabras en esta entrevista, "- no somos solo un sitio solo para consumir noticias, sino para compartirlas, para aportar. Más que el final de la conversación, es el inicio.-". Lo cual quiere decir que los lectores también aportan de sí mismos, añadiendo sus propios artículos a modo de columna, por supuesto moderados previamente para preservar la calidad de la conversación (cito a la autora): "- Los comentarios son moderados previamente, con lo que entras en una conversación de calidad. Si quieren o no bloguear es su opción. Nadie va a llamarles para decirles que blogueen, no se crean expectativas, no hay plazos. -".

Constituído por personas que descriptivamente califica de "periodistas anfibios" porque "- queremos que abracen por un lado las grandes tradiciones del periodismo clásico, en cuanto a precisión, comprobación, ecuanimidad, búsqueda de la verdad o impacto informativo, y al mismo tiempo nos sentimos muy cómodos con las nuevas reglas del camino, el tiempo real, la tecnología que nos permite interactuar o la participación de los lectores. Y no todo el mundo está preparado para ambas facetas.-".

 Comunicar es el nuevo entretenimiento de la gente. Es una nueva fuente de autorrealización, aprovechando que "- las nuevas tecnologías han cambiado el terreno de juego -", y ya es posible que el lector interactúe con el periódico que está leyendo. Es, sin duda, un inmenso salto al periodismo moderno, y como dice la autora "- el nuevo periodismo va a tener un impacto más saludable en nuestra democracia.-".  
Igualmente defiende que el clásico periódico de imprenta sobrevivirá, como afirma: "- Sinceramente, pienso que el modelo híbrido sobrevivirá, que tendremos unos cuantos periódicos, que algo en nuestro ADN hace que nos guste leerlos -."

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Acabo de ver una película que me ha dejado fascinada. Se llama "Vida de Pí".

Los que no la habéis visto diréis: “qué cursi”… "qué infantil"...  "pues vaya! Qué poco selectiva"... "otra superproducción de Hollywood más, qué emoción"…
Pues a estas personas me alegra decirles que se equivocan. No tiene nada que ver con un éxito de taquilla a los que estamos acostumbrados, el típico protagonista perfecto con una vida perfecta y/o llena de acontecimientos tan poco creíbles como él. No, esta película te toca por dentro. Y de irreal no tiene nada, sólo de poco común.
"Vida de Pí" es una adaptación cinematográfica de una novela de aventuras escrita por el canadiense Yann Martel. En la historia, el protagonista Piscine “Pi” Molitor Patel (en honor a "Piscine Molitor" una piscina pública de Paris), un joven de la India, de Pondicherry, indaga sobre la religión, espiritualidad y lo factible desde una edad temprana, y sobrevive 227 días en un bote junto con un Tigre de Bengala después del naufragio de su barco en el Océano Pacífico. Esta historia es real que fue contada al autor por un indio llamado Pi Patel mientras estaba buscando inspiración para una nueva novela, antes de que le contara la historia, sobre Portugal.
La razón por la que me ha gustado tanto no es por la espectacularidad de sus efectos especiales, esos que la hicieron merecedora del Óscar. Tampoco lo son la candidez de sus personajes, la belleza de sus escenarios, lo impresionante de la música o la cantidad de inolvidables escenas de animales que tiene. La razón es porque esa película está llena de “Magia”. Qué necesidad tan grande de magia (con mayúsculas) cinematográfica tenía… Todos sabréis a qué me refiero con esta palabra, no? Por si no es así, me refiero a esa sensación que hace que el corazón se te hinche tanto que creas estar en el cielo; esa sensación que te recuerda que el mundo no solamente es lo que el hombre ha inventado, ha descubierto o ha reinventado según sus conceptos; es algo que encierra en sí mismo una verdadera razón para vivir. Y esa magia consigue envolver todo: a los personajes, al guión, a lo que dicen y transmiten, a la relación del protagonista con el tigre, las hienas, el mono… lo envuelve todo, hasta lo más oscuro, pues la película también tiene cosas oscuras, como lo tiene la vida misma.
Jamás pensé cuando leí el libro que alguien podría llevar al cine una obra tan complicada, pero ahora que lo he visto puedo decir que el resultado es una auténtica obra de arte. Que desde “el silencio de los corderos” no había llorado de emoción con la fidelidad de los personajes, los escenarios y la trama tan bien llevada, y que si no lo véis os estaréis perdiendo una verdadera obra maestra del cine moderno así que os animo a que lo hagáis.

domingo, 5 de mayo de 2013

http://egmaiquez.blogspot.com.es/2013/04/resonancias.html

Artículo de Enrique García Máiquez sobre su experiencia durante una resonancia.

Me ha interesado especialmente este breve pero no incandescente comentario sobre las resonancias magnéticas que hace este gran autor y poeta. Ágilmente, consigue transmitir a los lectores la enorme angustia que puede pasar una persona durante una experiencia tan cotidiana y tan frecuente hoy en día como es una resonancia magnética, consiguiéndolo a través de la introducción de elementos retóricos de gran variabilidad como metáforas, símiles, hipérbolas y ponderaciones, todas llevadas con una maestría y sencillez impecables para ser un texto del "día a día".

He de resaltar que la razón de mi interés también se debe a la empatía que he encontrado con el autor y su experiencia, ya que, según he visto, los dos la hemos vivido de manera exacta; y cuando lees algo sobre lo que te sientes enteramente identificado, sientes el impulso rápido de comentarlo y mostrarle a él o a otra gente la razón que tiene.
La experiencia médica que narra, por cotidiana que sea, se aleja enormemente de otra del mismo estilo como podría ser, digamos, unos rayos X. Es una experiencia mucho más estresante, más agobiante, más constringente, que se vive peor y no solamente a nivel físico. El intenso ruido, la estrechez del espacio con su olor plastificado y sus colores nucleares entre blanco, amarillo y azul, sumados a una intensa luz que no sabes ni de dónde proviene te hace pasar un rato tan desagradable que al acabar, te acabas preguntando si realmente ha valido la pena, y en el peor de los casos, deseando que así sea.

Y esque el autor, al reflejarlo con metáforas tan intensas como "nicho", "claustrofobia" y "Ortega Lara", que son palabras que fácilmente pueden pasar por la mente del paciente cuando está ahí dentro, me hacen querer nada menos que aplaudirle, y compartirlo con todos vosotros para saber si os habéis sentido tan identificados al leerlo como yo al leerlo.
Es de admirar cuando alguien consigue comunicar algo tan sencillo de la vida cotidiana con un uso tan maestro del lenguaje, y a la vez lograr que te impacte.

miércoles, 1 de mayo de 2013

http://beautiful-stranger7.blogspot.com.es/2012/12/la-danada-imagen-de-un-pais-desconsolado.html

Artículo sobre la visión que tenemos de los americanos cuando sucede una masacre.

Me parece un tema de mucho interés este artículo, ya que aparte de que esté deacuerdo o no (que lo estoy), nos plantea una cuestión que surge en nuestras mentes cuando oímos que en otro país, en este caso Estados Unidos, sucede una masacre. Cuestión que la autora defiende con maestría y con la grandiosa valentía que implica el hacer frente a un tema que pocas veces ha estado en la "parrilla" en este país, debido a la fuerte oposición que genera.

Siempre tendemos a pensar, como dice la autora, que los norteamericanos están "locos", o "pasados de rosca", o que "tanto devorar hamburguesas les hace así". Pero lo que no pensamos y desconocemos es cómo son en realidad. Es fácil juzgar un asunto desde fuera. Servirse de los medios de comunicación para adoptar una postura sin más información que la que vemos a simple golpe de vista es simplemente así, fácil. Pero no nos paramos a pensar que en realidad el mensaje que se nos está transmitiendo no muestra más que una sóla cara de ese prisma tan complejo que es una sociedad entera. Esa que estamos juzgando sin piedad y que tras el impacto de la información parafraseamos en nuestras mentes, como si de una burda caricatura se tratase.

Las personas somos mucho más que un mero oyente. Escuchamos, analizamos, reflexionamos y concluímos. No nos volvemos locos por una voz, por un mensaje que recibimos del exterior mientras vemos la tele o leemos las noticias en internet. Somos seres reflexivos que podemos elegir, con una conciencia detrás. La misma conciencia que a veces nos impulsa a cometer atrocidades como las de los villanos que nos muestran tras la pared. Y además tenemos un entorno del que somos producto.
Imaginen que ese entorno, como es el que estamos tratando en este artículo, acepta las armas. Poco podemos hacer para evitar que al "loco de turno" se le vaya de las manos y dispare. En qué barrio, pueblo o vecindario, no hay un loco célebre? Dale armas a esa persona, y estás perdido. La cuestión (la suerte) es que en este país, las armas no están legalizadas. Porque si lo estuviesen, otro gallo cantaría. Todos los Miguel Carcaño y los José Bretón de España tendrían alas para cometer no un crimen sino cien. Pero si las armas se evitan como hacemos aquí, qué medios estamos poniendo para que no se cometan esos crímenes? Qué hacemos cuando surge la voz de alarma por parte de familiares y vecinos desesperados ante una persona que parece no estar en su sano juicio? Ante ese hombre o mujer que sabemos en nuestro fuero interno que cualquier día puede volverse peligroso? Nos reímos de él, miramos hacia oto lado y les deseamos buena suerte a sus seres más cercanos. Y la policía, tres cuartos de lo mismo.

Por eso lectores, intentemos no juzgar a las personas tanto por sus actos como por los límites que se les ofrecen o el medio en el que viven. Un medio que les permite sacar a la luz todas las viscisitudes de su mente en mayor o menor medida según lo que dicten las leyes. Un medio que no hace nada ante una mente enferma hasta que ya ha dado rienda suelta a sus locuras, cercenando la vida de otras personas, en un momento cumbre de su ya previsible enajenación. Ya sea a modo de armas, de poder político o de nuevas formas de química nuclear. Porque somos lo que pensamos, sí, pero también lo que se nos permite ser. Y no todo es malo o bueno, ni blanco o negro, ni mucho menos todo es como se nos muestra a los oyentes, simplemente porque sin ese necesario comunicador, no somos nada. Y por no hacer, somos ya tan culpables como los que sí que hacen. Limpiemos nuestra casa y nuestro entorno primero, y sólo entonces seremos merecedores de juzgar todo aquello que llega a nuestros cómodos oídos de mando y ratón.

domingo, 28 de abril de 2013


LA CLASE POLÍTICA:


El dilema sobre la clase política es uno de los grandes temas de conversación a día de hoy. Ciudadanos de todas las clases, lugares y condición se encuentran constantemente en conversaciones que versan sobre los aspectos d la política de hoy en día, llgando al final a un callejón sin salida porque nadie sabe qué ocurre realmente, aunque creen saberlo todo. La política es, sin duda, la reina de las ambigüedades a día de hoy, de los misterios. Es una nube que pesa sobre nosotros, cuestión de vida o muerte, de crisis o gloria, pero de la que ninguno conocemos nada más que aquello que nos cuentan, y lo poco que podemos sacar en claro de todo ese “collage” de información.
Mis opiniones por tanto sobre la política de hoy en día son tan cambiantes y mutan tanto como una goma de mascar en la boca de un niño porque no es un tema en el que tenga la información de lo que realmente está sucediendo. Y creo que nadie la tiene.
A FAVOR, diría que se trata de una política (aparentemente) democrática donde todos nosotros bajo referéndum elegimos a quien nos gobierna. Hoy en día tenemos el sistema partidista que hemos elegido tras centenares de años de otras formas de gobierno muy distintas y el hecho de que al fin podamos elegir quién nos va a gobernar resulta ser todo un alivio. Por supuesto siempre habrá críticas, gobiernos mejores y peores, gobiernos que busquen paz y después gloria para el ciudadano o para sí mismos, políticas más y menos capitalistas, pero al final, debemos tener en cuenta que al núcleo de esta entidad –los políticos- lo hemos elegido nosotros gracias a esa libertad de la que en esta nueva era gozamos.
Hay personas que la critican por la situación que se está creando a raíz de esta crisis, preguntándose si son los verdugos o simplemente unas víctimas al igual que nosotros. Víctimas porque esta situación económica sólo puede ser bien llevada si esta realidad se tratare de una leyenda. Víctimas por la extrema dificultad de gobernar un país cuyo déficit público a cierre de 2012 ha sido del 10%.
EN CONTRA y por otro lado tengo que añadir que no hay que ignorar los constantes escándalos que están surgiendo con respecto a este nuevo gobierno. Las palabras “robo” y “fraude” aluden a él constantemente, llenando los artículos de la prensa con tanta vehemencia que cuesta pensar que el río que suene cuando parece que no está llevando agua. Aguas turbulentas, en las que la máxima absolutista de “todo para el pueblo pero sin el pueblo” ha sido tan vulnerada que ha pasado a ser “todo para nosotros pero aparentemente con el pueblo”, todavía más pesimista. ¿Qué está ocurriendo realmente? ¿Nos están intentando salvar, o intentan salvarse a ellos mismos?
¿Quiénes son “ellos”? Porque no hay que ignorar tampoco la fuerte cohesión del poder político con el poder bancario. Parece que éstos son quienes realmente tienen sujetas las cuerdas de nuestro bienestar, moviendo a la clase política en función de sus intereses. Ya no porque sean necesarios para sacarnos de esta lamentable crisis, sino para asegurar la estabilidad de la larga lista de millones que encierran las cuentas de las clases más poderosas. Realidad o ficción? Por los intereses de quién se está gobernando realmente? ¿Qué relación tienen realmente entre sí aquellos que nos gobiernan?
Ojalá que los buenos políticos vuelvan a hacer acto de presencia, y se dediquen más a cumplir las expectativas que todos tenemos puestas en ellos en lugar de preocuparse sólo por convencer al ciudadano en las campañas electorales a través de agresiones a la oposición y marketing subliminal.

LA TELEVISIÓN:

Lo que tengo que decir A FAVOR de la televisión es poco pues no soy gran usuaria de ella debido a los programas que se suelen emitir, pero como televidente eventual tengo que decir que es absolutamente necesaria para conocer qué son y cómo piensan las personas de nuestra sociedad. Sus contenidos suelen ser de mejor y de peor gusto, pero esta “caja tonta”, como la llamaban algunos hace años, no es ni más ni menos que un vivo reflejo de lo que somos, de lo que en nuestro interior poseemos y sobretodo de lo que deseamos. Y si uno quiere saber de qué pasta está hecho el ser humano de principios del siglo XXI debe acudir no sólo a la planicie de Internet, sino al directo de la televisión.
A día de hoy la televisión es de una riqueza en cuanto a su variedad impresionante; se nos ofrecen una variedad de contenidos y programas tan extensos que podemos pasar en un minuto de la naturaleza hasta las noticias, de “cómo hacer una tarta de diseño?” hasta un capítulo de una serie de los noventa, desde una orquesta de música clásica hasta cadenas de rock y música del nuevo siglo. En nuestra televisión actual podemos encontrar casi de todo, por lo que si no estamos satisfechos con lo que emiten en uno, podemos acudir a otro alternativo cuyo contenido nos resulte más gratificante en ese momento.
El problema reside en qué es lo que vamos a elegir. No hay que olvidar que la televisión se rige por la búsqueda de la máxima audiencia y, si elegimos un programa determinado, seguramente será el que acabrá reinando en los distintos canales. He aquí el problema de la televisión, que no sólo elegimos qué ver, sino que ella se adapta a nuestros gustos a la hora de elegir sus emisiones.
Eso me lleva a encontrar mi primer punto EN CONTRA de la televisión moderna: sus repetidos y esencialmente pobres contenidos. Sea la hora que sea, la mayoría de emisiones que uno encuentra al hacer la “ronda de búsqueda” diaria es una colección de personas vacías de contenido, sin ética, sin valores, haciendo o diciendo cosas y palabras igualmente carentes de contenido, ética y valores y, en definitiva, riqueza. La riqueza interior, eso que nos hace grandes, especiales y dignos de ser escuchados no es precisamente lo que encontramos en la televisión desde hace ya algunos años.  Y esque igualmente la sociedad de hoy está en bancarrota moral.
Cuando camino por la calle hay tantas veces en las que pienso: tengo 30 años y sólo me satisface 1 conversación de cien de las que escucho… No es triste? Pero quién es triste, ellos o yo? O quizá ambos? De donde viene esa tristeza, de fuera o de dentro? De la televisión, o de lo que elegimos ver en ella?